La creación y sus documentos: una aproximación a Circo Virtual más allá de sus obras
Por Pía Gutiérrez (1)

Tantas veces nos hemos preguntado qué es un archivo en ARDE y no estoy segura de que podamos dar una respuesta conclusiva. Es que hemos aprendido en el ensayo y el error que los archivos son mutables, que, por una parte, se refieren a los documentos, pero sobre todo a lo que hacemos con ellos como sociedad. Hacer archivo es juntarse cerca de la hoguera, traer las fotos, hablar de ellas, mirarse, tratar de entenderse. Ese hacer, como cualquiera, está atravesado por la técnica: no tenemos acceso a la res —la cosa misma—, sino a los modos como esta se dispone materialmente ante nuestros sentidos. Esa disposición material determina nuestra experiencia en el mundo, pero también es la medida para modificarla.
Hace ya un tiempo, la compañía Circo Virtual, bajo la dirección de Juan Pablo Corvalán Ahumada (1985), nos convocó a ayudarles en el proceso de levantamiento de su archivo. La compañía, que funciona como un enclave creativo de diferentes artistas vinculados al circo, las artes escénicas, la música y la tecnología, nació el año 2001 con su primera obra “Sin palabras”.
A propósito de una mirada retrospectiva de la compañía a su trayectoria, aparece la necesidad de organizar sus propios materiales. Mirar los documentos es el primer paso para entender los giros que ha tenido la organización. Así, en conjunto con Constanza Alvarado y Javiera Brignardello de Colectivo ARDE, se dio inicio al trabajo de construir un cuadro de clasificación para el Archivo Circo Virtual. Una perspectiva global de los últimos veinticinco años de trabajo nos señaló procesos constantes, un modo de hacer que deja huella en los grupos documentales. Al reflexionar sobre los procesos creativos como una manera inicial de sistematizar el archivo en su totalidad, nace el cuadro de clasificación, es decir, una estructura central y arbórea que nos permite tener una visión panorámica del funcionamiento de la compañía y de su camino creativo.
Así, el Fondo Documental Circo Virtual es una síntesis de aquello que instintivamente hace el colectivo para arrojarse a la creación y lidiar con el contexto de producción. Cada subfondo agrupa los documentos por obra, siendo esta la unidad motora de la actividad de la compañía que configura las Series del archivo. Luego, en su interior, los materiales estarán divididos por procesos: creación, difusión y gestión conformarán las Subseries del Fondo. Cada uno de estos compartimentos, más allá de permitir el recorrido de cualquier usuario por los documentos, amplía la dimensión de los quehaceres de un grupo artístico. Para que la obra de arte acontezca, una concatenación de acciones deben ocurrir: desde el germen de la idea, la generación de proyectos para conseguir financiamiento, las propuestas de residencia artística en espacios nacionales e internacionales, la investigación teórica y escénica que desemboca en los ensayos, la gestión cultural que implica contar la obra, convencer a socios estratégicos de su valía en el campo cultural hasta las cuestiones de producción vinculadas a la remuneración del equipo artístico y la puesta en circulación de los montajes, constituyen un continuum que es inseparable. La realización de una obra, según vemos en la trayectoria documental de Circo Virtual —como lo testimonia su director en una entrevista realizada en el marco del ordenamiento del Archivo—, es un acto vital que se acopla al trabajo y al posicionamiento del proceso artístico, a los cambios de elenco y colaboradores y que desemboca en decisiones técnicas, escénicas y de contenido que sobrepasan la vorágine de crear en el contexto chileno. Así, podemos profundizar en la interrelación de los documentos, para reflexionar sobre los escenarios especulativos que Circo Virtual nos propone.
Técnica como poética: La conquista de lo inútil y sus huellas documentales
Las Artes Escénicas, como indican Barría e Insunza (2022)(2), poseen “la íntima relación con su tiempo, primera premisa y último fin del teatro, [que] determina un proceso constante de transformación de sus materiales y de su contenido ideológico, para que de esta forma el teatro no sea meramente expresión de su tiempo, sino en situaciones decisivas, también su motor y modelador” (22). Es en ese sentido que las prácticas escénicas interpelan, desde sus medios y enunciados, las categorías y sus posibilidades de habitarlas en una sociedad.
“La conquista de lo inútil” fue estrenada el 2024 en coproducción con Espacio Checoeslovaquia. La obra es un unipersonal de Juan Pablo Corvalán, quien personifica al guardián de una bodega marina. El estibador, poco a poco, revela lo extraordinario de sus acciones cotidianas. En ese cambio de la realidad propuesta, el circo contemporáneo, por medio de la manipulación de objetos de uso común como plásticos, cajas, utensilios de cocina y cintas de cassettes, construye escenarios extraordinarios que evocan nuevos mundos interiores.
En el Fondo documental de la compañía queda la trama de este proceso que va desde la experimentación técnica a la consolidación dramática. En ese sentido, la propuesta de Circo Virtual, quizás presente desde el nombre que encabeza al grupo, está marcada por una tecnopoética, es decir, las “obras, ideas, proyectos, programas artísticos, en fin, poéticas, que de variadas maneras —incluso en formas políticas a veces irreconciliables— asumen en cada momento el entorno técnico del que son parte y actúan en consecuencia” (Kozak, 2012: 8)(3). La técnica es entonces un elemento central en el desarrollo de las obras de este colectivo, y esto queda en evidencia al revisar el recorrido que siguió la compañía en el caso de la creación de “La conquista de lo inútil”.
En él, vemos la importancia de las residencias como un espacio experimental. Tanto los documentos de la planta de iluminación creados por Julio Escobar para el Espacio Checoeslovaquia como para el posterior estreno en el Centro Cultural Gabriela Mistral, dialogan constantemente con el Guion técnico con el que se experimenta en la residencia en Centro NAVE. Estos espacios exploratorios confieren a la técnica el estatus expresivo, como nos lo refirió Juan Pablo Corvalán en una entrevista a propósito del proceso de Archivo: “no es la técnica la prioridad, jamás ha sido la técnica la prioridad. Básicamente es una herramienta que queremos tratar que se vuelva expresiva” (min: 22:15). Esa expresión se concibe en la interacción de cuerpo, iluminación y objetos. En ese sentido, lo técnico, no entendido como mero desarrollo tecnológico sino como una potencia del hacer, crea escenarios posibles. La especulación de la propuesta escénica se concibe en la flexibilidad y creatividad de la precisión de la interacción de los medios.
La descripción de los posibles usos e interacciones de los materiales para llegar a orquestar la exploración interior del personaje se delinean en el Guion técnico. Este elemento no es visible a quien asiste como espectador de la obra, no corresponde a un producto terminado, pero su apertura en la decisión de compartir el archivo da cuenta de una metodología creativa que sistematiza el ensayo y la experiencia ganada por el performer en el hacer escénico.
Estos elementos se conjugan en la puesta en escena, creando momentos de ensoñamiento, como la aparición de las olas o una ballena, que emocionan sin uso de palabras a quienes asistimos a ver la obra. La interacción da paso a una experiencia subjetiva, que se aleja de lo narrativo para llevarnos a lo sensorial. Sin embargo, las reflexiones que expresa el texto “Pruebas de dramaturgia escénica” dan cuenta del trabajo arduo de ensayo y error para conseguir la construcción de estas atmósferas:
Final Prueba 2/ alternativa 1:
19.- Más, es un hombre de mar.
20.- El paracaídas deviene otra cosa, el sonido baja del aire el imaginario del paracaídas y el viento, para traerlo al imaginario del mar y el viento. Emerge la ballena [USO PIEZA BALLENA-4]
21.- Se deshace la Ballena, el día llega a su fin. Construye un objeto de viento, un mini mar, una mini orilla de playa, con ventilado y jabón [USO PIEZA BUBBLES-10]
Final Prueba 2/ alternativa 2:
19.- Más, es un hombre de mar, que casi nunca puede ver el mar. Se construye una orilla de playa tamaño mini, con un ventilador y jabón [USO PIEZA BUBBLES-10]
20.- Esa mini orilla de mar, falsa, llama a los cetáceos, las burbujas y ese pequeño viento devienen en otra cosa, haciendo aparecer el viento, el agua y una enorme ballena [USO PIEZA BALLENA-4]
(Subfondo Creaciones Propias. Serie La conquista de lo inútil, Subserie Proceso Creativo: “Pruebas de dramaturgia escénica Julio 2024” p.4.)
No hay una intención de “verdad”; la construcción de esta orilla, este “mini mar” es falso, es propio, es su propia obra de arte. Por eso nos conmueve, porque la capacidad de crear, no de ser dioses sino de inventar nuevos mundos para habitarlos y sentirnos plenos en ellos, es una posibilidad que cada humano tiene. Somos, o podemos ser, como ese estibador ocupando lo inútil para hacer la vida vivible.
En ese sentido, la apertura de un archivo es compartir los modos de hacer, dar la posibilidad de que otras y otros aprendan del error, que lo conviertan con nuevas herramientas en una nueva expresión, en una nueva escena. De algún modo, este ejercicio conjunto de Circo Virtual y ARDE nos invita a activar nuestras herramientas para crear nuestros propios mares, excediendo el carácter patrimonial y confiando en la diseminación como potencia expansiva de las ideas.





Notas
(1) Integrante de Colectivo ARDE y Académica UC. Responsable del Proyecto Fondecyt 11250946: “Escenarios especulativos: vínculos entre digitalidad, archivo y artes escénicas recientes en América Latina”.
(2) Barría, M. e Insunza, I. (2020) Escenas políticas. Teatro entre revueltas 2006-2019. Santiago: Oxímoron.
(3) Kozak, C. (Ed.) (2012) Tecnopoéticas argentinas: archivo blando de arte y tecnología. Buenos Aires: Caja Negra Editora.